Hoy inauguramos una sección nueva en el blog donde vamos a conocer a gente que desde su rinconcito aporta algo para que población general mejore su salud . En esta ocasión conoceremos a Candelaria Sosa, nutricionista formada en la UBA. Ella es parte de lo que yo llamo nutricionistas 2.0, una generación de Licenciados en Nutrición que intentan combatir la información equivocada muchas veces aprovechada y otras diseminada por la propia industria alimentaria. Ella nos va a contar un poco sus pensamientos, y como procura erradicar el mito de que los hábitos alimentarios sólo para combaten la panza cervecera y la celulitis. La podés encontrar en su cuenta de instagrama como @sosaludable

-Contame un poco mas de vos. ¿A qué te dedicas?
Me dedico a la salud, más específicamente a la nutrición, que no es sólo el acto de comer, sino que tiene que ver con la calidad del alimento, el contexto y si se alinea con nuestra biología. Desarrollo mi actividad en un hospital de niños, en una fundación y también de manera particular con mi consultorio.
-¿Y qué intereses te motivaron a seguir ese camino?
Siempre me interesaron los alimentos y como estos podían potenciar, mantener o empeorar nuestra salud, desde chica me acuerdo de estar leyendo paquetes incursionando en lo que elegía para comer. Si bien en mi adolescencia tenía varias carreras en mente, después de descartar otras opciones, me quedé con la nutrición y no me arrepiento para nada.
-¿Hace cuánto tiempo estas trabajando o metida en el mundo de la nutrición?
Siempre me interesé y leí sobre nutrición, pero que trabajo de esto, desde el último año de facultad en 2018.
-¿Cómo llegaste a ser lo que sos profesionalmente?
¿Cómo llegué a lo que soy profesionalmente? Pff creo que me falta mucho aún, es un área que está en constante cambio. Pero el quiebre más importante fue mi último año de facultad en las prácticas dónde me di cuenta que el modelo aprendido no era el correcto y tenía que, prácticamente, empezar a estudiar de nuevo.
–Imagino que cuando decís que tuviste que estudiar de nuevo fue porque te encontraste con grandes diferencias entre el modelo que estudiaste y la vida real. Principalmente porque todas las variables entran en un contexto que las modifican, no están aisladas y no se pueden cambiar sin afectar otras como nos enseñaron, me paso exactamente lo mismo con mi formación. Igualmente estoy seguro que los años de estudio debieron dar sus fruto, y veo que por lo menos pudiste identificar cuáles son las diferencias y en qué debías enfocarte para solucionar los problemas que se te planteaban, me podes contar un poquito que fue lo que más te sorprendió o lo que más te chocó, al punto de decir: che, pero que poco esto se parece a lo que estudiamos.
Ahora me parece raro decirlo, pero en ese momento me sorprendí de como por ejemplo se podía alimentar alguien sin carbohidratos (como harinas, pastas, cereales), siguiendo otros modelos de alimentación. O mejor dicho, respetando la alimentación ancestral, haciendo menos comidas de las que estudie en la facultad, incorporado grasas que tanto me cansé de restringir en planes de alimentación que me daban de tarea. Y así y todo, con esa info que al parecer todo el mundo estaba al tanto, la epidemia de la obesidad y la DBT seguían en crecimiento.
-¿Consideras que en la actualidad hay un problema serio con una población general que sufre de sobrepeso y obesidad o malnutrición es sólo una ilusión?
No lo considero, ¡claro que lo hay! Las últimas encuestas reflejan que más de la mitad de la población sufre de exceso de peso, que al contrario de lo que muchos piensan, también refleja una mal nutrición.
-¿Por qué consideras que la misma dieta funciona en algunas personas y no en otras?
Porque no somos una máquina. Tiene mucho que ver nuestra salud hormonal y el contexto en el que estamos.
– ¿Qué es lo primero que haces cuando llega nuevo paciente?
Saludar 🙂 obvio. Pregunto porque vino a la consulta e indagó en su día a día, no sólo en lo que come, sino también en qué contexto, cómo duerme, si se comporta como humano o como un robot en automático. Muchas veces con estos cuestionamientos el objetivo por el cual había venido cambia de rumbo.
-Interesantísimo, por lo general las personas van a una consulta con un nutricionista porque lo que ven en el espejo no les gusta; porque quieren adelgazar algunos kilos para su casamiento o el de algún familiar cercano; o el clásico “quiero lucir ese traje de baño para el verano” (sin sexismos, a los hombres también nos pasan estas cosas, aunque para algunos es un poco más difícil admitirlo). Te ha pasado que alguno llegó con un objetivo de esta índole y cuestionando lograste cambiarle totalmente el objetivo, podrías contarme un ejemplo.
Hoy
en día la mayoría de la gente que requiere una consulta conmigo, ya
sabe de antemano que no soy la típica nutri por la cual venís a
bajar esos kilos estéticos, sin embrago, hay gente aún que acude a
mi sin “conocerme” previamente en redes, y si se va con
otros cuestionamientos.
empieza a asociar ese “aumento de
peso” por el cual vino, con su modo de vida en general.
No recuerdo un ejemplo particular tan determinante, pero si pasa, que a la hora de mostrarme los análisis de sangre, se anticipan con un “igual esta todo bien me dijo el doc” y cuando recalco algunos valores que llaman la atención, ahí el paciente cambia de rumbo incluso se compromete mejor con su alimentación, y luego de yapa, como consecuencia, viene el descenso de peso 😉
– ¿Cuál consideras que es la base de las dietas o planes alimentarios que propones a tus pacientes?
La alimentos reales, sin duda. Respetando gustos y tolerancias.
–
A que le llamas alimentos reales. Porque mucha gente todavía no
entiende bien porque a algunos alimentos se les etiqueta como real,
mientras otros no. Es fácil entender que una golosina como un
chupetín no es un alimento real, sin embargo otros casos como el
pan, las pastas o las hamburguesas, con las cuales generaciones
enteras se alimentaron y no parecían generar problemas hoy no son
considerados alimentos reales, ¿cuál es el problema con ellos si
conozco “gente flaca” que los consume diariamente?
Excelente
pregunta. Primero separar el físico de la salud. Que uno sea
“flaco/flaca” no me dice mucho. Estar flaca/o no tiene nada
que ver como estamos por dentro. A veces el aumento de peso, suele
ser una ventaja porque al menos nos avisa que algo no va bien. Tengo
varias pacientes que vienen a consulta porque su analítica esta toda
distorcionada, diciéndome “como no engordo, hago malas
elecciones y termino merendando un cono de papas, cenando pizza,
desayunando con coca” y ahí
va, puede que no engorden pero los órganos son lo mismo para todos y
se dañan de igual manera. Hay que mirar un poquito más adentro, más
allá del físico.
Alimentos reales esos que nos da la
naturaleza, que vienen libres de etiquetas o que si las tienen, sólo
declaran pocos ingredientes como un aceite de oliva, quesos.
Alimentos
con mínimo o nulo procesamiento. Los alimentos de paquete, con
colores llamativos, dibujos y demás slogan
atrapantes, se alejan mucho de nuestra
biología y no fue con ellos con los cuales llegamos hasta acá
como especie. Los modos de producción han cambiado mucho, ya ni los
suelos vienen con la misma cantidad de minerales por no respetar la
rotación de cultivos, ademas de que todo se va modificando ya desde
la semilla para poder resistir las malezas. Todo
eso se “modernizó”,
pero nuestro organismo no, sigue siendo el mismo que hace miles de
años, por lo que no lo reconoce como propio.
Por otro
lado, que nuestro mapadres/abuelos lo hayan comido y no les hizo nada
(o eso creemos) no quiere decir que a nosotros igual. Particularmente
con ese alimento, el gluten no es el mismo antes, hoy viene mucho más
fuerte más modificado desde la semilla para poder resistir durante
la siembra. Además, cada organismo es distinto.
– ¿Cuáles son las estrategias que utilizas con tus pacientes para que puedan mejorar su alimentación?
Haciendo un cambio de paradigmas. Cambiando el “comer cada dos horas” al “comer cuando realmente tenga hambre, aunque no coincida con el horario social establecido”. Que se comporten lo más humano posible, comiendo alimentos reales, moviéndose, descansando.
Mi regla es “come cuando realmente tengas hambre” más allá del horario social establecido, de esta manera también optamos por alimentos más saludables, y ahí logramos incorporar alimentos que antes eran impensados. Para la mañana, por ejemplo, algunos me dicen que es mucho quizás desayunar un omelet. Pero si uno realmente tiene hambre, lo va a comer con ganas.
–¿Y
cómo haces con esas personas que te dicen, pero Cande yo siempre
tengo hambre, termino de comer y al rato ya me agarra hambre y
picoteo algo chiquito como para llegar a la próxima comida.
Me
ha pasado que sin probar el plan ya me cuestionaban que no ponía
colaciones. O muchas veces pasa que al ver el plan me dicen, ” a
pero si no como cada dos horas tengo hambre” y eso ya es comer
con los ojos. Les pido que me den una chance. Primero probemos y
luego vemos que tal se avanza.
Que no se malinterprete, nadie va a pasar hambre. Una vez que incorporan alimentos más densos en nutrientes, los mecanismo de saciedad se van acomodando también. Controlando el estrés que muchas veces influye en eso; bajando un poco a tierra y dedicando tiempo a nosotros, al presente. Obvio que si eso persiste se evalúa como viene la alimentación, y de nuevo el contexto, a ver si esta pasando por situaciones de estrés, si hace mucha actividad física, si mantiene una misma actividad por mucho tiempo, es decir, muchas veces por estar todo el día sentados en la pc, por trabajo quizás, creemos que tenemos hambre, pero al cambiar de actividad nos olvidamos de esa “hambre”.
-¿Cuáles consideras que son los factores que mas influyen en la salud de los pacientes y por qué?
La gran oferta de comestibles y el acceso a ellos. La poca información sobre salud que no nos permite elegir de manera inteligente.¿Cuántas publicidades vemos de productos en la tv? ¿y cuántos sobre campañas de salud?
Y sobre todo el estrés, así sea desde el estilo de vida acelerado, el exceso de trabajo o mismo la cuarentena. Son factores que también influyen en como digerimos los alimentos.
-¿Existen algunos mitos sobre la alimentación?
Lamentablemente siguen existiendo varios mitos.
-¿Cuáles son según tu criterio los que mas fuertemente arraigado están?
Aún en 2020 me siguen preguntando si el agua con limón en ayunas adelgaza, un mito que supo instalarse fuertemente aún sin conocer que alguien haya bajado de peso simplemente por eso.
“Realizar ejercicio aeróbico para bajar de peso” el ejercicio de fuerza debe ser el principal, ya que aumenta la masa muscular haciéndonos más eficientes metabólicamente. Además si hay sobrepeso, el ejercicio aeróbico puede dañar las articulaciones.
-¿Por qué crees que tienen tanta fuerza?
-Hay muchos mitos que siguen pisando fuerte, porque siempre cuenta más lo que dice la vecina o la amiga, que lo dice la ciencia. Creo que a la población en general nos gusta creer que hay cambios rápidos, alguna píldora o polvo mágico, algo que me traiga un cambio ya, prefieren creer en eso, es má s fácil que a reconocer que todo lleva esfuerzo, tiempo y dedicación.