Inflamación de bajo grado. La bomba de tiempo interior.

Cuando nos lesionamos, sufrimos algún golpe, nos invade un microbio no deseado, o nos intoxicamos con alguna sustancia, nuestro cuerpo responde a esa agresión produciendo inflamación. De esta manera conseguimos frenar el avance del daño y maximizamos la llegada de los elementos necesarios como glóbulos blancos, enzimas y los factores de crecimiento, entre otros; para promover la recuperación lo antes posible.
Este proceso suele estar localizado en mayor o menor medida, y una vez que el problema que la desencadenó está resuelto, generalmente en días o algunos pocos meses, el propio cuerpo se encarga de revertirlo utilizado las mismas moléculas que desencadenaron la reacción. A este tipo de inflamación se la conoce como “inflamación aguda”.
Ahora bien, nuestro cuerpo esta preparado para este proceso temporal y mas o menos intenso; pero cuando la inflamación perdura mas de lo necesario, ya deja de ser un proceso reparador y se vuelve destructiva. Este tipo de inflamación es conocida como “inflamación crónica”, es mucho mas compleja que la aguda y realmente es un problema.
Por último existe otro tipo de inflamación, diferente a la aguda y la crónica; la que trataremos en profundidad en este artículo. Este tipo de inflamación no es muy fuerte y perdura en el tiempo, o sea nunca cesa. La denominada “inflamación de bajo grado” o “inflamación crónica de bajo grado”, llamada así por la duración sin límite, aunque no comparta las especificaciones de una “inflamación crónica” propiamente dicha.
La inflamación de bajo grado no es tan evidente como los otros tipos de inflamación, los síntomas suelen ser difusos y amplios. No es localizada, es decir que afectan a varios tejidos al mismo tiempo. Están relacionados con el metabolismo celular (oxidación, fallos de mitocrondias, etc). No generan cambios en los tejidos y las alteraciones son a nivel inmunitario. Las consecuencias de la misma mantenidas en el tiempo son devastadoras, ya que preparan el terreno para la aparición de otro tipo de enfermedades de todo tipo por ejemplo renales, cardiovasculares y otras.

Causas de la inflamación de bajo grado.

Nuestro cuerpo posee la capacidad (al igual que otros seres vivos multicelulares) de mantener constante ciertos parámetros o condiciones internas, sin importar como varían las condiciones externas. Este concepto se lo denomina homeostasis, y es primordial para la vida, ya que todo organismo necesita de condiciones en un intervalo estrecho para sobrevivir, por ejemplo mantener mas o menos estables temperatura, concentración de iones y nutrientes, etc. De esta manera un cambio en el medio extracelular, el líquido que recubre las células, dispara una alteración en el metabolismo celular. La inflamación se genera debido a la liberación de citoquinas, unos mensajeros químicos; y no es otra cosa mas que una respuesta de nuestro cuerpo para adaptarnos a un nuevo medio.
Resumiendo, nuestro cuerpo responde así porque le hemos cambiado el medio donde estaba preparado para funcionar y esto tiene que ver con nuestros hábitos de vida inadecuados. Veamos alguna de las causas

Sedentarismo
Todo nuestro cuerpo esta diseñado para movernos. La caza y la recolección sumado a muchas otras tareas nos mantenían en movimiento obligatoriamente. No hay ni un resquicio de duda de esto. Sin embargo, hoy en día pasamos entre 8 o 9 horas sentado trabajando, el resto del tiempo comiendo sentados o en el sofá descansando, ni siquiera esa hora o dos de entrenamiento son suficientes. Estamos hecho para el movimiento abundante y de baja intensidad a diario, con algún período corto de alta intensidad.

Alimentación equivocada.
La alimentación juega un papel importantísimo en la generación de la inflamación de bajo grado. Este punto es muy simple. Meternos en el cuerpo cosas para las que no esta diseñados, nos genera problemas. La alimentación occidental moderna es alta en carnes procesadas, lácteos, cereales refinados y carbohidratos simples. Escasa en verduras, frutas y carnes sin procesar, alimentos con los que evolucionamos y nos adaptamos a ellos. Esto es equivalente a ponerle gasoil a un auto naftero.
Las cosas empeoran mucho mas cuando padecemos de obesidad. El exceso de lípidos acumulados produce daños en los tejidos que activan el estado de alerta corporal, liberando las citoquinas pro inflamatorias.

Estrés crónico
El estrés es una herramienta poderosa, pero esta desarrollada para momentos de emergencia como escapar de situaciones de peligro de muerte, o un instante intenso y por un tiempo corto. Hoy en día el estrés es producido por preocupaciones “irreales” desde el punto de vista evolutivo, situaciones de tránsito, exigencias laborales, y hasta preocupaciones por cuestiones estéticas. De esta forma nuestro organismo permanece constantemente en este estado de alerta promoviendo inflamación.

Tóxicos
Hoy en día estamos expuestos a muchos agentes tóxicos como la contaminación ambiental, el tabaco, el alcohol, cosméticos, productos de limpieza y pesticidas,entre otros. Esta convivencia continua con ellos termina saturando nuestro sistema urinario y linfático, incrementando el estrés oxidativo de nuestras células produciendo respuesta inflamatoria.

Alteración de los ritmos cicardianos
Los ritmos cicardianos son nuestro reloj interno, este se sincroniza con la luz solar, cuando amanece se segregan hormonas que nos mantienen activo durante el día, y a la noche esas hormonas disminuyen y aparecen otras que nos promueven el descanso. Hoy en día la luz artificial y las luces de las pantallas leds nos alteran estos ritmos generando un desequilibrio hormonal que promueve la inflamación.

Las consecuencias de la inflamación de bajo grado.

La presencia de este tipo de inflamación es el inicio de un circulo vicioso y peligroso que puede terminar derivando en problemas diferentes, que van desde enfermedades autoinmunes, cardiovasculares y neurodegenerativas. Entre las que podemos destacar, depresión, hipertensión y hasta cáncer.

Resistencia a la insulina
Esta probado que la inflamación de bajo grado estropea los receptores de la insulina. Esto como vimos en post anteriores generan trastornos en la utilización de la glucosa y alteraciones en el hígado, desencadenando una falla en el metabolismo de las grasas de esta manera aparecen problemas como síndrome metabólico, donde presentamos triglicerios en exceso (hipertrigliceridemia) y colesterol en exceso (hipercolesterolemia). Estas alteraciones de los receptores de insulina están asociados a aterosclerosis, enfermedades cardiovasculares, hígado graso no alcohólico, y ovarios poliquísticos.

Fatiga crónica
El hecho de estar con una inflamación constante, genera que el sistema inmune siempre esté en alerta, pues le da prioridad a combatir esa amenaza señalizada por la inflamación. Para mantener esta condición requiere de energía que es extraída de otros sistemas del cuerpo, por lo tanto nos sentiremos fatigados.
Como todo esta relacionado en el mismo circulo, la resistencia a la insulina deriva en una resistencia a la leptina, la cual no da esa sensación de agotamiento y perdida de la saciedad. Y por otro lado tenemos el factor de las alteraciones del metabolismo, el cual se realentiza y suma un grano mas a esa sensación de cansancio.
Esta sensación de fatiga crónica nos frena a la hora de movernos y como vimos no movernos genera mas inflamación formando el bucle.

Intestino permeable
Las células que recubren el intestino y se encargan absorber los nutrientes y frenar las tóxinas, microorganismos y alimentos sin digerir; se las denomina enterocitos. Las uniones estrechas entre ellas es afectada por la inflamación dejando a nuestro intestino como un colador, de esta manera se introducen sustancias no deseadas y tóxicas, es aquí donde el cuerpo los detecta y para remediar el problema que hace, genera inflamación, otro proceso circular.

Problemas inmunes
Imaginemos que el sistema inmune esta compuesto por varias fuerza de seguridad del cuerpo, soldados, policías, guarda bosques y fuerzas especiales. La inflamación los mantiene todo el tiempo alerta, sin dormir y nerviosos, sería normal que cometan errores estando en este estado constante. Es así que aparecen alergias, que son respuestas exageradas a partículas innocuas como el polen por ejemplo. Por otro lado los problemas de autoinmunidad suceden porque nuestro propio sistema nos ataca debido a esta confusión constante. Y en casos mas graves como el cáncer, los defensores no notan la presencia de células tumorales y en lugar de eliminarlas, las mismas siguen proliferándose.

Conclusión

Vivir contrariamente a nuestra naturaleza nos genera este tipo de inflamación que finalmente es quien ara el terreno para luego sembrar todas la enfermedades modernas. A veces suena un poco conspirativo achacarle todas estas enfermedades a este estado inflamatorio, pero por ejemplo en la isla de Kitava se realizaron estudios donde no se detectaron casi ninguna enfermedad de las denominadas modernas. En esta isla todos sus habitantes tenían una dieta similar a la de sus ancestros, se movían mucho durante todo el día, respetaban los ciclos cicardianos y estaban poco expuestos a los tóxicos de las grandes ciudades.
Para comenzar a bajar los síntomas de este tipo de inflamación no alcanza con solamente modificar uno de las condiciones que la generan, sino que es necesario comenzar a atacar todas las causas de forma paulatina para no recaer nuevamente, generando un cambio de estilo de vida definitivo.

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