Cocina y vencerás

Empieza a cocinar, y tendrás una batalla importante ganada en la guerra contra la mala salud.

El descubrimiento del fuego fue quizás uno de los hitos mas importantes en la historia de la humanidad. Se transformó en la herramienta mas poderosa con las que evolucionó el hombre, quien ya contaba con tantas otras que le facilitaban la vida diaria, pero ninguna fue tan trascendental como el fuego.

Muchos expertos antropólogos afirman que el fuego es lo que realmente nos transformó humanos. Cocinar, sobre todo carne y tubérculos, nos permitió obtener de manera mas fácil mucha mas energía. Gracias a esto, nuestro cerebro creció, y nuestro sistema digestivo disminuyó, con sólo observar a los primates notamos esta gran diferencia. Para digerir nuestro cuerpo utiliza muchos recursos, pero a diferencia de nuestros primos, los monos, quienes pasan muchísimo mas tiempo masticando y digiriendo, esos recursos son mínimos. Sin cocinar, nuestro cerebro nunca podría recibir los nutrientes necesarios.

El fuego no sólo nos afectó de manera biológica, lcocinar, también nos generó cambios en nuestras relaciones. Hoy en día nos juntamos alrededor de la parrilla o en la cocina para comer con nuestros círculos sociales y es un plan que en general nos encanta.

“Cuando invitas a alguien a sentarse a tu mesa, y quieres cocinar para ellos, los invitas a entrar en tu vida”. Maya Angelou

Este tipo de actos nos maravilla, justamente, porque es un ritual que proviene desde los principios de la humanidad. Las tribus se reunían alrededor del fuego para cocinar las presas cazadas y lo recolectados. Este ritual unía al grupo, los hacia fuerte, y sabemos que las posibilidades de sobrevivir de manera individual en esos tiempos era casi nula, era de vital importancia mantener a la tribu unida y con un fuerte compromiso grupal.

Cocinar es parte de nuestra humanidad, pensemos en esas veces que estamos frente alimentos crudos y no nos genera nada, sin embargo, cuando están cocinándose, en ese momento que se generan esas reacciones químicas con las especias, se mezclan con otros ingredientes; mágicamente se convierten frente a nuestros ojos en manjares deliciosos, nutritivos y casi irresistibles.

Cocinar está en nuestro ADN, programado bien en nuestro interior. Por esto debemos cocinar, para no ir en contra de nuestra propia naturaleza; irs en contra de ella, nos generar un gran impacto negativo en nuestra salud.

Lamentablemente, en las últimas décadas, las empresas alimentarias instalaron el discurso de que cocinar es perder el tiempo. Su único objetivo es vender y vender y vender lo que ellos mismos producen. Se empeñan en reforzar la idea de que dejar de cocinar, comprando sus productos, es una especie de liberación; abrir un paquete es más rápido y por lo tanto tienes mas tiempo libre. ¿Tiempo libre para qué? Para estar mas horas frente al televisor, (viendo Masterchef, que curioso un programa de cocina donde no aprendes a cocinar, sino te entretienes con el show mediático de los participantes), para las redes sociales donde pueden captar tu atención y seguir vendiéndote mas cosas que no necesitas. Esa supuesta liberación, en realidad es esclavitud, es dependencia de sus productos.

Para reforzar su estrategia, estas empresas consiguieron convencer a muchos movimientos sociales, como el Feminismo, que equivocadamente adoptó a la cocina como un símbolo de opresión, como si fuese un cárcel. Cuando en realidad es todo lo contrario, cocinar es un acto de libertad, de creación. El feminismo no debería usar como símbolo sacar a la mujer de la cocina, sino incorporar al hombre y a los niños en ese proceso creativo.

Entonces, si querés liberarte, si querés mejorar tu salud, aprende a cocinar. Dejarás de ser un esclavo principalmente de las industrias. A ellas realmente no les preocupan tu salud, sino que todo lo contrario te quieren consumista a costa de ella.

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