Que tu medicina sea tu alimento, y tu alimento tu medicina. Pero comer cuando estas enfermo alimenta tu enfermedad.
Hipócrates.
Nuestra capacidad innata nos da la posibilidad de acumular grasa cuando tenemos exceso de comida de manera tal que podemos sobrevivir cuando los alimentos escasean; obteniendo nuestro combustible de estas reservas. Así fue durante toda nuestra historia. En la actualidad los tiempos de escases de alimentos prácticamente no existen, por lo que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en estado alimentado.
A pesar que tres horas después de haber comido seguimos nutriéndonos de lo ingerido, a veces sentimos que nos morimos de hambre. Esa sensación no es causada por hambre real, sino por la costumbre que le impusimos al cuerpo de estar en ese estado de alimentación constante, algo que en realidad no es natural sino más bien un (mal) hábito adquirido.
Nuestros antepasados no tenían supermercados o heladeras, debían pasar tiempo buscando su alimento o cazándolo; y no era raro que algunas veces fracasaran, pasando horas o incluso días sin comer. Basado en esto hoy en día existe un protocolo de alimentación conocido como ayuno intermitente, el cual restringe la alimentación a una ventana de tiempo, luego de terminada esa ventana se mantiene un ayuno relativamente corto
Muchos de los estudios sobre los efectos del ayuno fueron impulsados por científicos que trabajan para ejércitos y fuerzas especiales con la idea de entender cómo afectaría los cuerpos de los soldados en situaciones reales de combate donde no poseen la posibilidad de una alimentación constante.
Estudios preclínicos (en ratas y monos) y ensayos clínicos (en humanos) muestran los beneficios del ayuno intermitente en la lucha contra la obesidad, la diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares, cánceres y trastornos neurológicos; todas enfermedades modernas, dando la pauta que en general, esta sería nuestra relación natural con la comida.
A pesar que en la sociedad actual pasar un tiempo sin comer parece una locura; en muchas culturas antiguas y generalmente por motivos religiosos hay un tiempo de ayuno, por lo tanto, viéndolo desde este punto realmente no parece tan descabellado que pasar unas horas sin consumir alimentos sea algo natural.
Durante el ayuno entre otros procesos celulares se activa uno denominado autofagia, donde las células se renuevan aprovechando partes de sí mismas que están dañadas. Es “como si” se comieran a sí mismas, de aquí nace el término; de esta forma evitan que se acumulen desechos biológicos que ocasionan enfermedad y envejecimiento prematuro.
Entre las ventajas que nos brinda el ayuno intermitente podemos mencionar los siguientes.
- El ayuno intermitente es un método muy fácil de implementar para organizar las frecuencias de nuestras comidas.
- Es muy útil para lograr una restricción calórica aunque no es el fin del mismo. Es decir, puedes realizar ayunos y al mismo tiempo no lograr la restricción calórica necesaria para lograr una pérdida de grasa corporal, pues el método es un protocolo de orden y no una dieta en sí.
- Para muchas personas ver grandes cantidades de comida junta le da una mejor sensación psicológica y se sienten saciados, contrariamente a lo que le puede ocurrir comiendo seis veces en pequeñas cantidades.
- Este método proporciona grandes beneficios metabólicos, o sea nuestro metabolismo se mantiene activo aprovechando mejor los nutrientes adquiridos. Contrariamente lo que se creía, no entramos en modo hambre o la tumba metabólica donde el metabolismo se vuelve lento.
- El ayuno intermite una vez dominado nos ayuda a entender señales internas del cuerpo; como por ejemplo en qué momento tenemos hambre y en qué momento sólo son ganas de comer.
- Una vez que adquirimos la composición corporal deseada, y estamos alimentándonos con los nutrientes de manera equilibrada es muy fácil mantenerse con la ayuda de los ayunos.
- Nos ayuda mucho a alimentarnos según nuestros ritmos cicardianos, o sea según nuestro reloj biológico interno, más adelante en otros post hablaré sobre este asunto y la importancia de ellos: por ahora quedémonos con que los mejores horarios para comer en más cantidad son mientras haya luz solar.
Pero como toda herramienta también tiene sus desventajas y podemos nombrar las siguientes.
- No es el mejor método para la ganancia muscular, para esto generalmente es necesario estar entre 20 y 30 % en superávit calórico; por lo tanto meter tantas calorías en tan poco tiempo es muy complicado.
- Es muy útil para las personas con autocontrol, contrariamente puede llegar a ser muy desastroso para personas que carecen del mismo. Las personas con malos hábitos de alimentación lo suelen utilizar como excusa para llenarse de alimentos ultroprocesados durante las ventanas de alimentación. Tampoco se debe utilizar para darse un atracón de comida “saludable” una hora antes de ir a dormir.
- Nunca debe ser utilizado por personas con algún TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria), embarazadas, niños o quienes padezcan de alguna patología sin antes consultar con un médico competente.
- Es un protocolo que no sirve para los deportistas profesionales, ya que estos necesitan ingerir grandes cantidades de calorías y al igual que los que desean ganar masa muscular es muy complicado meter tantas calorías en las ventanas de alimentación.
Por último veamos algunos mitos que se fueron desarrollando, y sobre todo impulsando y pregonando a través del lobby de las empresas alimentarias quienes invierten millones en análisis para seguir convenciéndonos de consumir sus productos artificiales “enriquecidos”, no vaya a ser que se te ocurra ayunar un día a la semana y les baje sus ganancias un 10%.
- El ayuno intermitente no es un método utilizado para ocultar trastornos de conducta alimenticia.
- No desencadena una mala relación con la comida.
- No nos lleva a comer en exceso para compensar.
- Para los amateurs es posible y hasta tiene ciertos beneficios entrenar en ayunas. Contrariamente a lo que dice el mito que tu cuerpo se comerá tus músculos por entrenar en ayunas.
- Los músculos no catabolizarán por no comer cada dos horas nuestros snack saludables y nuestras barritas de cereales comprimidas.
Para terminar, a pesar de las ventajas evidenciadas; hay gente que hace extrapolaciones equivocadas sobre el ayuno intermitente y parecen no entender que no sirve para todo el mundo, si bien al parecer nuestro cuerpo está preparado para esto, por lo cual, la gran mayoría podría beneficiarse; algunas personas son incapaces o no están dispuestas a adherirse a un régimen de ayuno intermitente.
Para empezar a introducir de apoco ayunos en nuestra vida, en próximo artículo veremos los distintos tipos que se utilizan y cuales son las ventajas y desventajas de cada uno.