Ya después de una semana o más, supongo que a esta altura de la situación ya comienza a reinar más la costumbre a este “modelo” de vida, que la ansiedad o el pánico por la incertidumbre. Si no es así, aún tenemos los niveles de estrés muy altos; es hora de comenzar a reducirlos.
Lo primero que debemos hacer para bajar drásticamente esos niveles, es demarcar un tiempo para informarnos de la forma que más nos guste. Tener la televisión todo el tiempo prendida con los noticieros, sólo genera más angustia por una percepción equivocada de que las cosas están peores de lo que realmente están, debido a lo repetitivo de estos shows. Lo mismo ocurre con las redes sociales, por lo que debemos ser conscientes de como nos afecta y cuando tenemos lo suficiente para seguir el día con la información necesaria.
Implementar las acciones que vimos en los post anteriores nos ayudarán a reducir significativamente la ansiedad, aunque igualmente aplicando todos los tips juntos, durante un día puede que nos quede mucho tiempo libre y los pensamientos negativos lleguen a contaminarnos. Es hora que empecemos a pensar en aprovechar ese tiempo en hacer o formarnos en temas que teníamos retrasado y nunca “encontrábamos” el tiempo.
Por ejemplo podríamos aprender a cocinar, hoy en día existen miles de sitios con recetas y mucha información bien detallada de como mezclar ingredientes para deleitarse y deleitar a la familia con platos elaborados o simples pero diferentes. Ni hablar de aprender otro idioma, de la misma forma que los sitios de recetas existen muchos sitios donde podemos aprender al menos de forma inicial esa nueva lengua que siempre quisimos aprender. Y como estos dos ejemplos tenemos miles de opciones desde arte hasta bricolaje.
Otra buena opción es armar una rutina donde tendríamos que realizar algún trabajo, por ejemplo realizar esos arreglos que siempre se postergan en la casa y los vamos salvando con correcciones provisorias (para siempre), como esa canilla que gotea. La idea es marcar un tiempo establecido para hacerlo y una hora, de esta manera crearíamos el hábito y la responsabilidad de hacerlo. En mi caso estoy dedicando un período de tiempo a pintar partes de la casa que estaban precisando un toque de vida.
Conectar mejor con nuestro cuerpo es también una tarea que requiere tiempo, ni hablar de esos ejercicios complejos a nivel de concentración, coordinación y equilibrio. Aprovechemos para aprender o mejorar en este aspecto, con la práctica diaria en periodos cortos a lo largo del día seguramente avanzaremos mucho en este aspecto. Yo por mi parte estoy tratando de terminar de dominar el handstand libre y superar el minuto en la posición, lo practico durante dos o tres minutos varias veces durante el día de esta forma no agoto los músculos y lo practico fresco.
Un tiempo de ocio también es totalmente necesario en nuestro camino de hacernos fuertes, aprovechar para jugar, bailar o hacer música. Quizás ver una serie interesante en Netflix a la que siempre le teníamos ganas; aunque controlando la cantidad de tiempo que nos pasamos frente a la tv. También es una buena oportunidad para redescubrir otros contenidos más que interesante que no están tan fáciles de alcanzar como lo están en el sitio de la N, pero con un poco de paciencia se pueden ver tranquilamente u otras plataformas nacionales con cine y series nacionales que merecen la pena ser vistas.
Si con todo esto aún notamos que nuestro nivel de estrés no baja todo lo que queremos podemos empezar a implementar algunos minutos de meditación. En mi caso yo práctico la meditación mindfullness donde se trata de prestar atención plena al presente, intentando domar los pensamientos, tratando de no pensar en lo que queda haremos ni en lo que hemos hecho, y sólo enfocarnos en el ahora; por ejemplo prestando atención a la respiración. Debo admitir que este no es mi fuerte, me cuesta iniciar, pero cuando noto que estoy con la mente demasiada activa intento concentrarme en la respiración por al menos 5 minutos (aunque se recomienda más tiempo), pasado este tiempo realmente me siento mas relajado.
Por último recordemos que sólo una mente que se mantiene atenta puede filtrar los pensamientos malos.
“…Si estás angustiado por algo externo, el dolor no se debe a la cosa en sí, sino a tu estimación de ella, y tienes el poder de evitarlo en cualquier momento…”
Marco Aurelio