Durante décadas las publicidades inundaban los medios de mujeres delgadas y hombres musculosos; en las conversaciones de amigos, muchas veces se tocaban temas sobre la imagen y el peso de la gente. Esto creó una especie de estigma sobre las personas con sobrepeso, llevando a que sean tratadas injustamente y generando una presión generalizada a bajar de peso.
Como reacción a los maltratos y las presiones, en los últimos años se multiplicaron los mensajes sobre aceptación de tu cuerpo. Surgió una especie de resistencia a las tradicionales modelos de pasarela, quienes marcaban una estándar de belleza irreal y poco saludable. Las nuevas abanderadas de este movimiento son las denominadas modelos plus size, quienes se enorgullecen de tener con una salud mental de hierro y una belleza real.
Pero estos mensajes son borrosos y resultan muy confusos. Aceptar tu cuerpo es importante pero no es lo mismo que normalizar la obesidad y el sobrepeso. Si observamos con atención el mensaje, notamos que no hay nada mas equivocado que este concepto. Si bien los cuerpos de estos modelos son reales, porque existe mucha gente con la misma forma, en realidad son cuerpos adaptados a un estilo de vida que esta perjudicando su salud. Exactamente lo mismo que sucedía con las modelos extra delgadas de pasarelas. La otra cara de la misma moneda.
Y seguramente como pasa con todos los modelos, para mantener la posición alcanzada también deban mantener un estilo de vida que les permita en este caso tener esos kilos de mas, convengamos que pareciera ser un trabajo mas fácil, pero igualmente ya su salud mental no es fuerte como el hierro, tal como se expresan.
Poniendo las cuestiones en blanco sobre negro, todo esto simplemente se trata de una nueva manipulación de la percepción de la imagen, donde se reemplaza un estereotipo por otro. Se puede tener sobrepeso y ser feliz, claro que sí, pero hay que entender que eso no es normalidad. Nuestro cuerpo no esta preparado para tener sobrepeso, es una reacción, una adaptación a un entorno agresivo, todos estos factores deterioran nuestra calidad de vida e irremediablemente nos llevará a la infelicidad.
Cuidado con mensajes del tipo “escucha a tu cuerpo y tu mente, esto te hará libre y feliz”. Cuando ya existe un problema de obesidad o sobrepeso, nuestras hormonas suelen estar funcionando de forma alterada, por lo que el cuerpo y la mente enviarán mensajes equivocados que simplemente empeorarán el cuadro. Y nos llevan a estar preso de la comida, de los antojos y lógicamente a ser mas propenso a mas infelicidad.
Ambos extremos son igual de malos y perjudiciales para la salud. Una investigación arroja como conclusión tras analizar varios estudios, que promoviendo las imágenes de las modelos de mayor talla, consciente o inconscientemente se normaliza la obesidad y el sobrepeso, de esta forma la motivación para llevar una alimentación saludable y practicar ejercicios disminuye. A punto tal que hoy en días menos personas quieren perder peso comparado con las últimas décadas, a pesar que los índices de sobrepeso y obesidad continúan aumentando.
Conclusión
La gordofobia es malísima, es un veneno muy peligroso para sociedad y sobretodo para la población mas vulnerable. Inclusive, a pesar de las buenas intensiones de algunos, pues creen que a base de la presión social, juzgando y haciendo pasar mal a la gente gorda, pueden animarles a un cambio; y este comportamiento sólo genera el efecto contrario, más aislamiento, más sufrimiento y más refugio en la comida. Realizar un análisis de alguien sólo por la imagen, es una pésima actitud. Debemos dejar de ser la policías del peso; pero esto no significa que no se deba hablar de hábitos saludables.
Nuestra imagen no define nuestra valía como persona, es simplemente un aspecto entre tantos otros que determinan nuestra vida. Es fundamental aceptar nuestro físico tal cual es, a la vez que trabajamos para mejorarlo. Muchas veces sentimos que nuestro cuerpo no se ajusta al que desearíamos o no es atractivo; pero es el único que tenemos. Lo mejor que podemos hacer por nosotros y nuestros seres amados es cuidarlo. Apreciar lo que tenemos es el primer gran paso y la mejor motivación para comenzar a progresar. Sin dudas, emprender este camino de mejora nos llenará de confianza, pero lo que marque la diferencia en definitiva será el proceso y no es el resultado final, como muchos creen.