Pies funcionales parte II

En el post anterior hablamos de la importancia de los pies y como el uso del calzado va deteriorando la salud de los mismos generando una repercusión a nivel general. Estos efectos negativos generaron una catarata de nuevas apariciones e inventos que ayudan a tratar las consecuencias, es así como se crearon las ortésis, los apoyos o aparatos externos aplicados al cuerpo para modificar aspectos funcionales como la estabilidad o el control motor.
En los bebés los problemas causados por pies prisioneros del calzado, aún no es tan grave como en la mayoría de nosotros y podemos ayudarlos a que nunca lo sean. Para un niño es vital pasar descalzo la mayor parte del tiempo; los bebés reciben más estímulos por los pies que por las manos, calzarlos todo el tiempo sería como mantenerlos con guantes todo el tiempo (esto suena a locura ¿verdad?). También es verdad que debemos proteger sus pies y a la hora de elegir un calzado es mejor asegurarse que sea el adecuado teniendo en cuenta lo siguiente:

  • Debe poseer una suela flexible y una sujeción de tobillo, de esta manera estamos promoviendo el correcto desarrollo de la propiocepción (equilibrio) y de la musculatura de las piernas y pies del bebé.
  • Las plantillas no deben ser rígidas, la ortopedia moderna calcula las plantillas con cierta elasticidad de manera tal que respetan la biomecánica del pie.
  • La amortiguación no debe ser exagerada, para generar un hueso de calidad en los pies es necesario que el bebé tenga un nivel de impacto adecuado.
  • Por otro lado, los expertos coinciden en que el cerebro tiene como función principal controlar el movimiento de esta manera el movimiento va moldeando el cerebro. De aquí se desprenden un interesante artículo publicado en la revista internacional de ciencias podológicas titulado “Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes”. En él asegura que calzar a los niños en etapas preandantes y de gateo, no sólo no es necesario (excepto con finalidad de abrigar), sino que por el contrario es perjudicial para el desarrollo.
  • En resumen, el artículo deja bien en claro lo siguiente:
  • Moverse descalzos para los bebés es fundamental para el desarrollo correcto del sistema nervioso.
  • El agarrarse los pies y llevarlos a la boca genera sensaciones fundamentales para aprender los límites del propio cuerpo y en consecuencia un buen desarrollo cognitivo y maduración de la propiocepción
  • Calzando a los bebés reprimimos la sensibilidad táctil privándolos de información del mundo exterior como las sensaciones de temperaturas y texturas que favorecen el desarrollo psicomotor. Debemos cuidar y potenciar la libertad de movimientos de los pies y los dedos.
  • Las presiones y las irregularidades de los terrenos son necesarios para mejorar las posiciones de las articulaciones y reforzar la musculatura.
  • Y textual, “el desarrollo motor es el sustrato del desarrollo intelectual. Es imprescindible para acceder a procesos superiores del pensamiento”.
  • Y por si nos quedara alguna duda, la conclusión final, “No debemos poner impedimentos al desarrollo propioceptivo, neuromuscular e intelectual del niño encerrando sus pies en un calzado que no necesita, al contrario se deberá estimular a los niños a disfrutar de su cuerpo y de su motricidad con los pies descalzos”.

Para nosotros que dejamos de ser infantes hace mucho tiempo y vivimos prisioneros del calzado durante décadas, la solución real es simple, pasar más tiempo descalzos. La idea no es tirar por la ventana las ortesis (sí es que utilizas) o que caminemos descalzo a todos lados desde ahora en más; sino ir re adaptándonos, recuperando la movilidad básica en las estructuras principales de nuestros pies retomando las funciones que fueron derivadas a los objetos externos.

Algunos consejos y ejercicios para ir recuperando el poder de nuestros pies:

  • Separamos los dedos sin las manos hasta donde sea cómodo y mantenemos durante 5 segundos.
  • Sentados colocamos el pie sobre el muslo contrario, tomamos todos los dedos con la mano y los llevamos hacia el tobillo sintiendo un estiramiento en la planta.
  • Colocamos una toalla en el suelo, ubicamos los dedos de los pies en la punta de la toalla y arruguemos el pie para enrollar la toalla hacia donde estamos parados.
  • Colocamos algún objeto en el suelo y con los dedos lo recogemos y lo apoyamos en otro lugar.
  • Ponemos una pelota de tenis y con el pie encima la hacemos rodar por todo el pie aumentando y disminuyendo la presión según sea necesario.
  • Frente a una pared apoyamos los brazos extendidos, colocamos una pierna atrás de la otra, flexionamos la rodilla que se encuentra adelante sin levantar los talones del suelo.
  • Levantamos los dedos gordos, manteniendo los otros apoyados y viceversa.
  • Masajeemos las pantorrillas con un foam roller, o con una pelota.
  • Caminemos descalzo por la naturaleza probando diferentes texturas, arena, rocas y pasto o simplemente 5 minutos en el jardín.

Otro simple hecho que fortalece nuestros pies es caminar con calzado minimalista. Para que un calzado sea te tipo minimalista debe poseer las siguientes características:

  • Debe ser flexible, de esta manera no limita le movimiento.
  • Debe poseer una puntera ancha para no comprimir los dedos y deformar la forma del pie.
  • No debe tener amortiguación, sino una suela fina que proteja pero no impida sentir el terreno que pisamos.
  • No debe poseer drop o debe ser mínimo (4-8 mm, mientras el calzado normal tiene entre 1 o 2 cm), de esta evita el acortamiento de los músculos traseros de la pierna.

Limitar el calzado convencional ha marcado un antes y después para la vida de mucha gente que se ha decidido a experimentar, redujeron las lesiones, los dolores de espalda y mejoraron la percepción de sensaciones. Sin embargo, la transición debe ser lenta, gradual y constate, de lo contrario las lso problemas aumentarían, pasar de caminar sobre amortiguadores de goma de 2 cm a caminar descalzo por el monte es un cambio demasiado brusco; es similar a tener un brazo enyesado,y al quitar el yeso con el brazo debilitado utilizar su fuerza máxima, sin una previa rehabilitación no sería una buena idea, ¿no lo crees?
Unos zapatos de tacos altos para combinar con un vestido o unos zapatos junto con el smoking para una fiesta están muy bien, pero utilizarlos todos los días para ir a la oficina o dentro de nuestras casas acabará arruinando nuestros músculos y generando mucha tensión en las rodillas y la punta de nuestros dedos. Nuestros pies son la base física de todos nuestros movimientos, limitar su capacidad hará que todo lo que construyamos sobre ellos corra riesgo de derrumbe. Debemos repensar la forma en la que utilizamos y construimos nuestro calzado pensando más en nuestra biología que en la moda.

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