Kettlebell. ¿Por qué son tan populares?

Entrenar movimientos que luego nos servirán en nuestra vida diaria es uno de los conceptos mas importantes que intento dejar plasmado en mis artículos. Durante toda la vida debemos mover nuestro cuerpo, por eso la base de los entrenamientos son los ejercicios corporales. De esta manera aprendemos a conectar mejor cada parte del cuerpo, entender los movimientos, y avanzar hacia movimientos cada vez mas complejos. Todo esto es cierto, pero además a lo largo de nuestra vida, siempre nos toparemos con la necesidad de levantar y transportar objetos externos, por ende, si nunca levantamos un objeto medianamente pesado, nuestro entrenamiento estaría incompleto.

En la vida real difícilmente contemos con la ayuda de poleas o ejes que nos faciliten su manipulación, por eso, entrenar con pesos libres es clave. La estabilización, los apalancamientos y la variación de planos de ejecución, son ejecutados por nuestro cuerpo en lugar de una máquina. Hacer el trabajo de estas máquinas nos otorga beneficios a nivel funcional, estético y mental, pero es imperioso tener bien pulidas nuestras habilidades corporales antes de manipular pesos libres.

Tradicionalmente en el mundo occidental, se utilizaron barras y mancuernas, pero hace unas pocas décadas, se incorporó una de las herramientas más útiles y versátiles la kettlebell. Una pesa mezcla de pava y campana, de ahí su nombre en inglés; o como se la conoce en América latina, pesa rusa; en alusión a que fue presentada y popularizada en estas latitudes por los rusos Pavel Tsatsouline y Valery Federenko principalmente.

Su particular forma obliga que nuestro cuerpo deba adaptarse de manera diferente a lo que sería un trabajo con mancuernas o pesas. La distribución de su centro de gravedad con respecto a su asa nos exige de una activación de los músculos estabilizadores del cuerpo y de toda la cadena posterior. Esto nos brinda la posibilidad de trabajar de manera bien diferentes dos grupos de ejercicios ; los grinds y balísticos.

Los grinds son los ejercicios que se ejecutan de manera lenta y controlada. Ponen foco en la mejora de fuerza, estabilidad y equilibrio. Requieren una tensión corporal continua, y altos niveles de concentración que exigen mucho a nuestro sistema nervioso central. Constantemente debemos estar atentos a como se ubica el peso y que partes del cuerpo activar para manejarlo correctamente. En general los rango de movimientos en estos ejercicios son menores y se involucran pocos músculos al mismo tiempo. Sin lugar a duda el rey de estos ejercicios es el levantamiento turco, aunque podemos nombrar otros como halo, windmill, deadlift y sentadillas con sus diferentes variables.

Los balísticos ya son otra historia completamente diferente. Se ejecutan de manera explosiva, nos obligan a generar y absorber constantemente potencia, llevándonos a oscilar entre ciclos de tensión y relajación. Ponen foco en la potencia y el trabajo cardiovascular, a la vez que nos exige un esfuerzo mental mientras la bola de hierro vuela cerca nuestro. Tienen un amplio rango de movimiento, se involucran varios grupos musculares y articulares. El ícono de estos tipos de ejercicios es el swing, aunque merecen una mención especial el clean y el snatch.

Grind. El Ying de kettlebells.
Balísticos. El Yang de kettlebells.

El correcto equilibrio entre los grind y los balísticos, hacen que las kettlebell sean prácticamente un gimnasio portátil. Con su ayuda podemos mejorar nuestra fuerza, movilidad, resistencia cardiovascular y flexibilidad. Y como extra nos genera un gran impacto en nuestra apariencia física. Pero es muy importante utilizarla de manera correcta para sacarle todo su potencial. En futuros artículos veremos algunos ejercicios y ejemplos de como podemos sacarle el jugo a esta bala de cañon con mango.

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